¿‘Elefantes Blancos’ en Sabanalarga? La Contraloría alerta sobre obras inconclusas

En Sabanalarga, municipio del Atlántico, la Contraloría General de la República ha identificado serias irregularidades en varios proyectos de infraestructura que podrían convertirse en «Elefantes Blancos». Estas obras, que incluyen la construcción de un patinódromo, la canalización del arroyo 20 de enero y la renovación de la plaza principal, se encuentran paralizadas, generando malestar tanto en la administración local como entre los ciudadanos afectados.

La Auditoría de Cumplimiento realizada por la Contraloría ha arrojado 17 hallazgos administrativos, de los cuales 16 tienen presunta incidencia disciplinaria. Además, uno de estos hallazgos implica una posible incidencia fiscal por más de $12 millones. Estos resultados fueron presentados en un informe que pone en evidencia la falta de ejecución en varios contratos de obras clave para la población de Sabanalarga.

Proyectos clave bajo cuestionamiento

Entre las obras más emblemáticas señaladas por la Contraloría se encuentran la plaza central del municipio, el patinódromo y la canalización de los arroyos. La plaza, una de las más visibles de la ciudad, aún presenta varios detalles por terminar, lo que ha generado quejas de los ciudadanos. José Garcés, un vendedor ambulante de jugos que lleva 28 años trabajando en la plaza, explicó que la obra es aceptable, pero que la inseguridad en la noche sigue siendo un problema. “De noche es bastante insegura. Hay mucha pelea y riñas entre jóvenes”, dijo Garcés, haciendo un llamado a terminar los trabajos.

Por su parte, Manuel Cuentas, un pensionado de 62 años, también expresó su preocupación. Aseguró que la falta de iluminación en la plaza afecta la seguridad de la comunidad, un problema recurrente que aún no se ha solucionado. Además, destacó que algunos detalles del patinódromo están siendo desaprovechados y que los arroyos, especialmente el 20 de enero, continúan sin recibir el tratamiento necesario.

La respuesta del alcalde y la herencia de la anterior administración

Ante estos cuestionamientos, el alcalde de Sabanalarga, José Elías Chams, defendió su gestión, señalando que muchas de las obras fueron heredadas de la administración anterior. Según el alcalde, las obras de los arroyos y del patinódromo fueron gestionadas en su mandato previo, pero la falta de ejecución por parte de los contratistas ha retrasado su culminación.

El alcalde aclaró que las obras en el arroyo 20 de enero presentan un problema financiero debido a un descuido en la consignación de pagos, mientras que los problemas de los otros arroyos tienen que ver con la falta de acción por parte de los contratistas. En cuanto al patinódromo, Chams señaló que la obra fue entregada a la administración, pero que su funcionamiento aún requiere algunos ajustes, los cuales están siendo realizados actualmente.

La plaza central, otro de los proyectos más emblemáticos, también está pendiente de concluirse. El alcalde prometió que la obra será terminada lo antes posible, con la instalación de nuevos adoquines, iluminación adecuada y la restauración de los andenes. No obstante, destacó que la obra se encuentra suspendida temporalmente debido a que la temporada de fin de año afectaría negativamente al comercio local.

La maleza se apodera de las obras inconclusas

Mientras tanto, los ciudadanos siguen viendo cómo la maleza toma el control de los espacios públicos. El patinódromo, que nunca ha sido inaugurado adecuadamente, ya presenta grietas y deterioro. En las obras de los arroyos, los olores desagradables son cada vez más intensos, y los trabajos siguen sin finalizar. Incluso la plaza central muestra signos de abandono, con el enchape de las letras comenzando a caerse y dejando dudas sobre la calidad de los materiales y la mano de obra empleada.

A medida que las semanas avanzan, los ciudadanos de Sabanalarga continúan a la espera de una solución. La comunidad está cansada de los retrasos y exigente en cuanto a la correcta ejecución de los proyectos. La preocupación por el destino de las obras no termina, y los ciudadanos esperan que la inversión pública no quede en el olvido, sin darle el uso adecuado que la población necesita.