¿Qué implica la segunda reforma tributaria del Gobierno Petro?

El lunes pasado, el Gobierno nacional presentó la ponencia positiva de la segunda reforma tributaria, con el propósito de garantizar el financiamiento del Presupuesto General de la Nación 2025, que se estima en $523 billones. Según Olga Lucía Velásquez, coordinadora ponente de la reforma y miembro del Partido Verde, la meta es recaudar $11,5 billones, aunque algunas fuentes hablan de un monto cercano a los $12 billones. Esta cifra provendría de varias medidas, como adelantos de la regla fiscal por $5,6 billones, la eliminación de beneficios tributarios por $3 billones, y mejoras en la administración tributaria, que aportarían otros $2 billones.

Uno de los cambios más significativos es la eliminación del IVA al sector de juegos de azar y apuestas en línea. Esta medida, que había sido propuesta por el exministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, buscaba recaudar $2 billones en su primer año, pero fue retirada por la incertidumbre sobre su impacto económico y el riesgo de fomentar las apuestas ilegales. Además, se eliminaron otros artículos polémicos, como los que gravaban la enajenación de activos por parte de personas naturales y sociedades, y el que pretendía imponer IVA a los vehículos híbridos.

Por otro lado, se introducen nuevas propuestas fiscales que incluyen un impuesto del 1% por concepto de timbre, y ajustes en la forma de entender los dividendos para los accionistas. Un aspecto controversial es el impuesto a las importaciones menores a US$200, que podría afectar las relaciones comerciales con Estados Unidos, según Lisandro Junco, exdirector de la Dian. La medida busca frenar el contrabando técnico, pero también pone en duda la compatibilidad con el Tratado de Libre Comercio (TLC).

La reforma también contempla una modificación en el impuesto al carbono. A partir de 2025, el impuesto será progresivo, comenzando en $41.000 por tonelada de CO2 y aumentando gradualmente hasta alcanzar los $75.000 en 2027. Las tarifas de los combustibles Jet Fuel y diésel tendrán un tratamiento especial, pagando solo el 75% de la tarifa durante el período 2025-2027.

En cuanto al impuesto sobre la renta, se propone una reducción gradual de la tarifa para personas jurídicas, que pasaría del 35% actual al 30% en 2029. Sin embargo, las instituciones financieras y las empresas del sector de petróleo y gas verían un incremento en sus tarifas. Además, el impuesto al patrimonio mantiene su base gravable en 72.000 UVT (aproximadamente $3.368 millones), aunque se ajustarán las tarifas para ciertos grupos de contribuyentes.

La reforma, aunque polémica, también introduce beneficios para ciertos sectores, como los servicios turísticos en municipios con menos de 200.000 habitantes, que estarán exentos del IVA por tres años. En resumen, la reforma tributaria del Gobierno Petro se presenta como una respuesta a las necesidades fiscales del país, pero genera tanto apoyo como rechazo en diversos sectores.