Alfredo Gutiérrez critica el Festival de la Leyenda Vallenata y cuestiona el panorama actual del género

Alfredo de Jesús Gutiérrez Vital, conocido como «El Rebelde del Acordeón», es una de las figuras más influyentes de la música vallenata y tropical colombiana. Con más de 60 años de carrera, Gutiérrez ha sido clave en la evolución de este género, llevando el acordeón a escenarios internacionales y promoviendo la música colombiana, especialmente en países como México.

Durante una reciente entrevista en El Café de RCN Radio, el músico compartió sus reflexiones sobre su herencia musical y las críticas al vallenato contemporáneo. Nacido en La Paz, Cesar, en una familia con fuertes raíces musicales, Gutiérrez creció rodeado de porros, cumbias y, por supuesto, vallenatos tradicionales, influencias que marcaron su estilo único de interpretar el acordeón. Sin embargo, el artista expresó su preocupación por las versiones actuales del vallenato que dominan los medios. A su juicio, muchos de los artistas contemporáneos no mantienen la cadencia ni el carácter narrativo que caracterizan la esencia original del género.

Críticas al Festival de la Leyenda Vallenata

Otro tema central en la conversación fue la relación de Gutiérrez con el Festival de la Leyenda Vallenata, un evento en el que fue coronado como Rey Vallenato en tres ocasiones. A pesar de su destacado papel en la historia del festival, el artista lamentó la falta de un homenaje formal a su trayectoria. Gutiérrez considera que sus críticas al evento en sus primeros años, especialmente por el trato desigual hacia los músicos, podrían haber influido en esta ausencia de reconocimiento.

A lo largo de su carrera, Gutiérrez fue crítico con la forma en que el festival se organizaba, mencionando la falta de apoyo para los artistas y las condiciones difíciles en las primeras ediciones del evento. Estas denuncias lo hicieron famoso con el apodo de «El Rebelde del Acordeón». Además, Gutiérrez cuestionó el homenaje a artistas como Carlos Vives, a quien se le atribuye la internacionalización del vallenato, sugiriendo que él mismo ya había llevado el género a otros países décadas antes. Para Gutiérrez, el festival ha perdido su rumbo al premiar figuras que no representan la esencia del vallenato tradicional.

Defensa del vallenato como patrimonio cultural

A pesar de las críticas y la falta de reconocimiento oficial, Gutiérrez reafirmó su compromiso con la preservación del vallenato como una manifestación cultural y patrimonio de Colombia. Para él, el género debe trascender más allá de los eventos comerciales y celebraciones, defendiendo su valor como un reflejo de las historias y vivencias de los juglares originales.

En sus palabras, el verdadero homenaje no depende de los galardones ni de los homenajes públicos. «Mi mayor satisfacción está en la conexión con mi público y en saber que mi música sigue viva en las nuevas generaciones», afirmó Gutiérrez, quien ve en el hecho de que jóvenes sigan interpretando sus canciones y bailando sus paseos vallenatos su mayor recompensa.

Gutiérrez continúa siendo un símbolo del vallenato auténtico, un defensor incansable de su tradición, y su legado permanece intacto en la memoria colectiva de los colombianos y en la internacionalización de este género musical único.