AUDIFARMA inicia proceso de insolvencia tras una serie de escándalos y controversias

El 25 de noviembre de 2024, AUDIFARMA S.A. solicitó oficialmente ante la Superintendencia de Sociedades iniciar un proceso de reorganización, en un intento por enfrentar su situación de insolvencia. Este procedimiento fue respaldado por Diego Fernando Díaz Gómez, actual representante legal del gestor farmacéutico.

La solicitud ocurre en un contexto de creciente presión sobre la compañía debido a una serie de problemas que han impactado tanto su estabilidad financiera como su operación en el mercado.

A lo largo de este año, AUDIFARMA ha estado bajo el escrutinio público por diversos eventos, especialmente en el ámbito de la distribución de medicamentos. Desde noviembre del año pasado, el operador logístico se convirtió en el encargado de distribuir medicamentos no cubiertos en el Plan de Beneficios en Salud (PBS) de Sanitas, tras la ruptura de la relación comercial entre Cruz Verde y la EPS.

Sin embargo, el primer trimestre de 2024 trajo consigo más problemas, cuando la compañía dejó de ser el distribuidor de medicamentos para la EPS Compensar en Bogotá y Cundinamarca, lo que impactó negativamente su posicionamiento en el sector.

Uno de los puntos más delicados de la crisis de AUDIFARMA fue el hallazgo realizado por la Superintendencia Nacional de Salud, que identificó el uso irregular de recursos públicos. Entre 2022 y marzo de 2024, la EPS Salud Total financió operaciones de AUDIFARMA mediante desembolsos que sumaron 77.500 millones de pesos.

Tras una auditoría realizada por la Supersalud, se detectó que esos recursos, entregados como un «anticipo», fueron contabilizados erróneamente como un préstamo. A través de documentos como correos electrónicos y recibos, se reveló que dicha operación había sido justificada para “dar mayor flujo de caja a los recursos de la institución y garantizar la prestación óptima de los servicios de salud”.

Ante estas irregularidades, el caso fue remitido a la Superintendencia de Sociedades, lo que aumentó la presión sobre AUDIFARMA. Las investigaciones no se limitaron al ámbito financiero, sino que también abarcaron deficiencias operativas, como la falta de entrega oportuna de medicamentos en Caldas y Risaralda.

Las auditorías realizadas en estos departamentos evidenciaron graves problemas de inventarios, lo que resultaba en la escasez de medicamentos para los pacientes, poniendo en riesgo su salud.

El 4 de diciembre, la situación se complicó aún más cuando AUDIFARMA decidió suspender de forma unilateral la dispensación de medicamentos a Nueva EPS, aduciendo la imposibilidad de llegar a un acuerdo sobre la conciliación de cartera. Esta medida se produce solo una semana después de que la Personería de Dosquebradas en Risaralda realizara una visita para investigar las causas de las demoras en la entrega de medicamentos, una situación denunciada por la ciudadanía, lo que subraya la creciente insostenibilidad de la empresa.